domingo, 9 de mayo de 2010

CATARSIS






"Grrrrrrr" Así quedé el otro día después de una discusión por facebook.

Intento siempre, con mucha fuerza, no involucrarme a antagonizar con los detractores de Antanas, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Cuando “O” escribió en su face que ya no votaría por Antanas porque el hombre es ateo (entre otras cosas que enumeró y que tampoco son ciertas)… la fiera instintual se despertó dentro de mí, se calentaron mis orejas, y después de esperar cuarenta y tantos minutos en que nadie comento su anunciado me lancé a romper ese silencio doloroso y pegué debajo, y con mucho respeto, el link de la entrevista que le hizo Gosain a Mockus, en la que habla claramente de su crianza católica. Eso desencadenó una discusión en la que se involucraron otras personas, que se sumaron a su postura, y al final todo se acabo con un “digan lo que digan no voto por mockus y ya!”. Demasiado categórico e injusto.

Yo entiendo que para gobernar este país realmente se necesita ayuda divina, y saber que un presidente tiene a Dios en su Gabinete es alguna garantía de éxito, asi que entiendo también que la posibilidad de un gobernante ateo cause estupor y rechazo.

Mockus sembró esa duda en alguna entrevista previa en la que el expuso algunas posturas ambiguas desde su pensamiento científico que aprovecharon sus contrincantes para sacar de contexto y usarlas en su contra.

Pero bueno, yo me pregunto, si fuera el caso (es decir que Antanas no estuviera tan cerca de Dios) cómo puede uno condenar a un hombre cuyas acciones han sido más limpias, respetuosas, bondadosas… que cualquier otro que se promulgue como católico practicante? Acaso estas no son prácticas de cualquier feligrés consagrado? Las dudas existenciales y espirituales, al igual que sus caminos, que las resuelvan entre ellos dos, es decir, es un asunto personal entre Antanas Mockus y Dios, los demás no tenemos NINGUN derecho a involucrarnos en algo tan intimo y privado.

Mientras tanto yo trato de expiar mi exaltado animo de tanto malestar. La diferencia es importante, la libertad de opinión es un derecho, pero la difamación es un pecado.

Ya me siento más tranquila.

Chau.

2 comentarios:

  1. Ese apasionamientto que pones en todo lo tuyo, y ahora en la política, es el rasgo de tu personalidad que más me atrae; sin embargo, en el caso del que se "arrepintió" de votar por Mockus por ser,supestamente, ateo, no vale la pena perder energía. Yo también lo leí, lo ignoré y preferí emplear mi tiempo en algo más productivo que tratar de convencer a un fanático o lo que es peor a un mercenario de la distorsión mediática pagada por la oposición asustada. Un abrazo, Kapián

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  2. Que le vamos a votar corriente y desgastarnos dandole el debate a aquellos que solo utilizan la difamación. Ojo no les comamos cuento y no caigamos en esa trampita. Lo de nosotros es más, honesto, altruista, pensado y genial.
    Buena energía compañeros verdes.

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